lunes, 7 de marzo de 2011

EDUCAMOS EN IGUALDAD

¿Qué entendemos por coeducación? ¿Qué quiere decir "educar en igualdad"? Seguramente nos parece tan obvio, que no nos damos cuenta de que todavía reproducimos en ocasiones y mediante el lenguaje común situaciones y conductas que no favorecen la igualdad. Pensemos , por ejemplo, si educamos igual a nuestros hijos que a nuestras hijas, si reproducimos modelos sexistas en el hogar, si tenemos distintos tipos de expectativas sobre nuestras hijas e hijos y de qué manera nos expresamos.

Esperamos que el tema os resulte intesante.

Unos ejemplos:


Los derechos del hombre
  1.   Los derechos de la mujer                               
  2.   Los derechos humanos
  3.   Los derechos de los hombres
  4.   Los derechos de las mujeres
La sala de profesores está al final del pasillo
  1.   La sala de profesoras está al final del pasillo
  2.   La sala del profesorado está al fnal del pasillo
  3.   La sala de profesoras y profesores está al final del pasillo
  4.   La sala de profesores está al final del pasillo

Los hombres son iguales ante la ley
  1.   Los hombres son iguales ante la ley
  2.   Las mujeres son iguales ante la ley
  3.   Las personas son iguales ante la ley
Los que tengan el carnet podrán pasar
  1. Los que tengan el carnet podrán pasar
  2. Las que tengan el carnet podrán pasar
  3. Quienes tengan el carnet podrán pasar
  4. Las personas que tengan el carnet podrán pasar
"Los chicos no son sexistas, tienen interiorizado lo que ven en casa e imitan"
Al hombre le cuesta mucho más que a la mujer manifestar sus emociones. Y esas dificultades de comunicación - "analfabetismo emocional", lo llaman algunos expertos- son percibidas y aprehendidas por los hijos, quienes a su vez reproducen roles. Así se refleja en la encuesta realizada por la profesora Enriqueta Díaz a casi 800 estudiantes de bachillerato de 21 institutos de 15 municipios del área metropolitana.
Los resultados de la investigación demuestran que las madres son emisoras y receptoras de las emociones de los hijos, lo que "a efectos de las repercusiones en la educación es muy importante", señala la profesora. "En la familia, la desaparición de los hombres a la hora de manifestar emociones es clara, y los jóvenes así lo reciben. Si eso no se corrige, y ahí la escuela tiene un papel muy importante, lo reproducirán exactamente igual en su vida adulta".
Una amplia mayoría de los adolescentes (73,9% de chicas y 88% chicos) no duda en responder que la madre es más afectuosa en sus actos, abrazos y besos, que el padre, aunque en el caso de las chicas un 18,7% dice que son los padres los que les hacen más carantoñas. "Los padres con las niñas manifiestan algo más las emociones, pero ante los chicos tienen una gestión emocional más deficiente", señala Díaz.
El reparto de papeles a la hora de cuidarse de la prole también está claro. Ellas, las madres, son las que les acompañan al médico (80,9 en el caso de las chicas y 70,7% en el de los chicos), y si alguien deja el trabajo en caso de que alguno de los hijos esté enfermo, ésta es mayoritariamente la madre.
El 84,5% de las chicas acuden a la madre cuando tienen ganas de llorar o necesitan a alguien con quien hablar, porcentaje que en el caso de los chicos es del 74,2%. En esta pregunta, destaca que un 6,1% de los chicos no acude a ninguno de sus progenitores. Estas cifras coinciden con la percepción que los jóvenes tienen de que las madres son más receptivas a la hora de escuchar sus problemas, sean afectivos o de cotidianidad académica - notas o aspectos relacionados con los estudios- y también, aunque en menor medida, con la apreciación de que la madre le ayuda más que el padre a levantar el ánimo o a superar los problemas.
La necesidad de trabajar los aspectos emocionales es, a juicio de la profesora Enriqueta Díaz "indudable". En su trabajo de campo, tanto en las preguntas directas de la encuesta o en charlas con grupos de alumnos que han participado en la investigación, la profesora constata que los jóvenes tienen "muchas ganas de hablar y de que les pregunten por sus cosas, algo que no suele ser habitual en su centro escolar".
Una de las conclusiones a las que llega la profesora tras este trabajo es que los chicos "no son sexistas, tienen interiorizado lo que ven en casa e imitan", de ahí que sea muy importante en trabajo en el ámbito escolar. Pero en éste también aparecen dificultades. "El profesorado, de forma inconsciente, transmitimos estereotipos, y los docentes sensibilizados en esta cuestión sufren, con frecuencia, el rechazo de sus compañeros y compañeras".
Los adolescentes tienen interiorizados valores como la paz o la justicia, "pero como en la escuela no se trabaja de forma explícita en favor de la igualdad de sexos, es muy difícil romper estereotipos", añade.

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Comience descubriendo que es lo que sus hijos actualmente piensan sobre el otro género
Puede hacer de esto un juego, pidiéndoles que escriban (o que le dicten) la repuesta de como sus vidas ser.an diferentes si hubiesen nacido del otro g.nero. Los resultados puede ser que le sorprendan y que hagan un buen punto de comienzo para hablar. Puede ser que no pueda disuadir a sus hijos con argumentos a cerca de lo que las niñas y los niños pueden y no pueden hacer, pero por lo menos va a estar al tanto de lo que piensan.

No divida las faenas de sus hijos y las actividades por género
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Recuerde el papel importante de padres
Las muchachas muy a menudo echan de menos la compañia de sus papás. Ellas desean el poder compartir actividades con ellos. Los hombres deben de aprender el papel importante que ellos tienen en generar los intereses y ambiciones de sus hijas.

Eduque a sus hijos sobre estereotipos, no solamente a sus hijas
Muchas veces hacemos sugerencias de como "arreglar" a las mujeres. La soluci ón a los estereotipos no es solamente que las mujeres hagan más cosas.

Finalmente, esté alerta e interesado y mantenga su sentido del humor
Los padres son solamente una de las miles de influencias en los niños, y uno no puede asumir toda la culpa ni toda la responsabilidad por lo que los niños piensan o hacen. Los niños son "criados" por las escuelas, el tiempo, y amigos, no solamente por los padres. Así es que si hay en su casa un G.I. Joe de cinco años y una Barbie de seis años, acójalo de corazón. Ellos tienen muchos años e influencias por delante.  http://www2.edc.org/WomensEquity/pdffiles/laigualdad.pdf pag. 24



Cada vez que reforzamos lo que los muchachos aparentan mirar como la regla que guía el desarrollo de los niños: No seas una niña, les enseñamos a los muchachos que sientan desprecio hacia las niñas. La segregación temprana de las tareas no solamente hace que los muchachos sientan desdén al trabajo de las mujeres, sino que los priva de destrezas de limpieza en la casa que necesitarán cuando sean adultos independientes.

Apoye los intereses y talentos de su hijo

No apoye solamente los intereses que piensa que son correctos para el género de su hijo y tampoco a los que su hijo piensa que él o ella están restringidos.

Aliente el interés atlético de su hija tanto como el de su hijo

Los estudios demuestran que las muchachas manifiestan un anhelo tremendo para jugar deportes -fútbol, pelota, hasta lucha libre - en vez de simplemente estar animando al equipo. Los deportes pueden aumentar la confianza en sí mismo y beneficiar la salud total.


Recuerde el poder del ejemplo

Todo el mundo sabe que los niños aprenden de lo que ven y de lo que uno les dice. ¿Qué ejemplo -en felicidad total, respeto a sí mismo, actividades- le está dando a sus hijos?

Estudio ‘Igualdad y Prevención de la Violencia de Género en la Adolescencia’

Realizado con las respuestas de 11.020 estudiantes (con una media de edad de 17 años), 2.727 profesores y profesoras y 254 equipos directivos, de centros educativos de las 17 CCAA, se trata del primer gran estudio que aborda esta materia
Asimismo, un 90,8% de las chicas y un 86,9% de los chicos, responde no haber sufrido, o haber ejercido, situaciones de maltrato o conductas sexistas por parte o hacia sus parejas o ex parejas. En cuanto a los datos de violencia de género, de los más de 11.000 adolescentes que han participado en el estudio, un 4,96% de las chicas, afirma haber vivido situaciones de violencia y un 3,21% de los chicos reconoce haber ejercido situaciones de maltrato.
Respecto a las diferencias en cuanto a lo que perciben las chicas y lo que manifiestan los chicos, un 12,2% de los chicos afirma que para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria al hombre, algo que corrobora sólo el 5,8% de las chicas. Asimismo, al planteamiento ‘si una mujer es maltratada por su compañero y no le abandona será porque no le disguta del todo esa situación’, responden afirmativamente un 10,9% de los jóvenes, frente a un 5,4% de las chicas que piensa lo mismo.
Este grado de diferencia en la percepción entre chicos y chicas, se acentúa ante cuestiones como si está justificado agredir a alguien que te ha quitado lo que era tuyo (el 22,7% de los chicos responde afirmativamente frente al 7,2% de las chicas) o respecto a cuestiones como concebir los celos como una expresión del amor (opinión secundada por el 33,5% de los chicos y el 29,3% de las chicas).
En cuanto a las fuentes a partir de las cuales conoce la violencia de género tanto el alumnado (80,9 de las chicas y un 88% de los chicos) como el profesorado (85%) dice informarse a través de los medios de comunicación.
Por lo que se refiere a las respuestas del profesorado, un 40% afirma haber tratado el problema de la violencia de género con resultados muy positivos y señalan como medidas más adecuadas para mejorar la eficacia del tratamiento escolar, disponer de materiales que faciliten el abordaje de este tema en el aula (85,2%), la formación especializada del profesorado sobre prevención de la violencia desde una perspectiva integral que incluya la violencia de género (84,2%) y la formación sobre coeducación y prevención de la violencia de género (81,3%).   Texto completo


Más info:
http://www.educarenigualdad.org/  Recursos educativos para la igualdad y la prevención de la violencia de género

LA SUPERMAMÁ EN CLAVE DE HUMOR:



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