martes, 18 de enero de 2011

En busca del éxito educativo: realidades y soluciones


Alejandro Feijóo Profes.net

Un informe encargado por la Fundación Antena 3 revela algunas deficiencias estructurales en los hábitos de estudio de los jóvenes españoles.

El estudio se denomina “En busca del éxito educativo: realidades y soluciones” y en él se dan a conocer datos relacionados con los hábitos de estudio de los jóvenes, así como de sus opciones de ocio, de la relación con sus padres respecto del rendimiento académico o del papel que desempeñan las nuevas tecnologías en los hogares, entre otros aspectos.
Según sus resultados, los jóvenes dedican un promedio de una hora y media diaria al estudio, mientras pasan al menos cuatro horas delante de una pantalla en cualquiera de sus versiones (televisión, ordenador, videojuegos). Esta conclusión se complementa con el dato de que a mayor tiempo navegando por internet peores son los resultados escolares de los estudiantes de la ESO.

Esta mayor relación con las pantallas es una de las explicaciones del peor rendimiento académico en ESO respecto de la Educación Primaria, pero no es el único. Las “ganas de estudiar” se pierden con el paso del tiempo, y la frontera entre Primaria y Secundaria constituye un auténtico agujero negro donde el entusiasmo deja lo mejor de sí para dar paso a la conocida apatía adolescente. Así, el estudio refleja que mientras a siete de cada diez alumnos de Primaria les gusta estudiar, solo cuatro de cada diez alumnos de ESO manifiestan interés por los estudios.


Estudio vs. Dispersión


Pero, como sabemos, el interés no es necesariamente algo natural, sino que constituye un aspecto que se aprende y que ha de entrenarse a diario. Cierto es que difícil resulta hacerlo con las condiciones de estudio que manifiestan tener nuestros jóvenes: la mitad de los estudiantes de secundaria escucha música, un 45% tiene gente cerca hablando, uno de cada cuatro estudia con la televisión puesta mientras el 35% navega simultáneamente por internet.

Estos datos, recogidos de mil entrevistas con niños de 8 y 16 años y sus padres, tienen asimismo relación con el lugar elegido para estudiar. El 33% de los alumnos de ESO no estudia en su habitación sino que lo hace en un espacio común del hogar (como la cocina o el salón), lo cual facilita la dispersión.

A la hora de repartir responsabilidades, encontramos que mientras el 81% de los padres ayuda a sus hijos cuando estos están en Primaria, el porcentaje desciende al 45% tras el salto a la ESO. Quizá por ello, el 22% de los alumnos de Secundaria tiene que recurrir a la ayuda de un profesor particular para alcanzar sus objetivos académicos.

En cuanto a la relación con los padres, el 55% castiga a sus hijos cuando estos obtienen malas notas, mientras que solo el 25% los recompensa cuando el rendimiento escolar es superior. Por tanto, no debe sorprender que mientras siete de cada diez jóvenes que aprueban habla con sus padres de la marcha de sus estudios, solo lo hacen cinco de cada diez cuando las notas son malas.

Por último, resulta curioso que mientras un 33% de los estudiantes de Secundaria confiesan haber utilizado alguna “chuletas” en los exámenes, solo el 3% de los padres cree que sus hijos las han llegado a utilizar en alguna ocasión.
Informe completo


Métodos de estudio
Otras webs

No hay comentarios:

Publicar un comentario